¡Hola! Hoy queremos hablaros de un tema muy importante en materia de infancia, especialmente en estas fechas del año, el Derecho al juego de los menores, pero… ¿en qué consiste este derecho?
El derecho al juego aparece recogido en la declaración sobre los derechos del niño aprobada en 1959; en la cual se establecen legalmente todos los derechos y deberes que tiene la infancia, como son el derecho a una familia, a una vivienda, así como el derecho al ocio y el juego, puesto que se consideran fundamentales para el desarrollo integral de los menores.
De manera más específica, el juego se puede definir como una herramienta que permite a los seres humanos y, con carácter especial a los menores, fomentar su aprendizaje, expresión y comunicación con los demás, así como descubrir, manipular, observar e interpretar el mundo que les rodea. De este modo, podríamos decir que el juego es una actividad inherente del ser humano a lo largo de su ciclo vital. Así, el juego se puede, y se debe entender, como una actividad libre, espontánea y placentera, siendo un instrumento facilitador de un desarrollo saludable y equilibrado.
Por otro lado, el juego puede ser estimulado y acompañado mediante juguetes, los cuales se entienden como aquella creación artesanal o industrial que ofrecen al menor la posibilidad de representar el mundo que le rodea y adquirir valores sociales, a la vez que favorece su imaginación, creatividad, memoria, lenguaje, etc.
De este modo, juego y juguete, íntimamente relacionados, tienen un papel fundamental para el desarrollo y potenciación de la personalidad de todo ser humano, por lo que es importante tener en cuenta una serie de aspectos a la hora de escoger un juguete y poder considerarlo educativo. Así, el juguete debe:
- Estar adaptado a la edad del menor
- Contribuir al desarrollo físico y motor
- Favorecer el desarrollo de los sentidos
- Inspirar la acción creadora
- Despertar y fomentar la expresión de sus ideas y sentimientos
- Facilitar la sociabilidad
- Permitir al menor imitar el mundo que le rodea
Para trabajar estas habilidades y áreas de desarrollo, los juguetes se pueden clasificar de la siguiente manera:
- Los sentidos: favorecen el conocimiento y dominio del cuerpo. Ejemplo de ello son las mantas de actividades, juegos de modelar…
- Desarrollo intelectual: estimulan la memoria, la atención, resolución de problemas, razonamiento, creatividad y dominio del lenguaje, a través de juegos de mesa, puzles…
- Desarrollo motor: promueven el dominio del cuerpo, destreza, coordinación y equilibrio como son los patines, hula-hops o la comba.
- Desarrollo afectivo y emocional: permiten expresar libremente las emociones, fomentando la inteligencia emocional y la liberación de tensiones. Para ello, se pueden utilizar disfraces o marionetas, por ejemplo.
- Desarrollo social: contribuyen la interiorización de normas, la cooperación con los demás, el respeto y el trabajo en equipo, como son los juegos deportivos o los juegos de mesa.
Esperamos que os haya gustado. Si quieres saber cuáles son los juguetes más adecuados en cada etapa de la infancia, sigue leyendo nuestro blog.