GAMIFICACIÓN Y GAME-BASED LEARNING

¡Buenas tardes!

Hoy nos pasamos a contaros un poquito más de los beneficios de aprender jugando en el desarrollo integral de las personas.

Como ya comentamos en algún post anterior, el juego es una actividad inherente del ser humano a lo largo de su ciclo vital. Por ello, hoy queremos hablaros de la gamificación, una técnica de aprendizaje en la que se trasladan las mecánicas de los juegos al ámbito no solo educativo, sino también profesional, con el fin de obtener los mejores resultados posibles.

De esta manera, cuando hablamos de gamificación no nos referimos a “jugar por jugar” o a crear juegos, sino a la metodología activa que busca la mayor implicación de la persona para conseguir un aprendizaje más profundo y que se interiorice mejor.

Asimismo, al plantear una gamificación, debemos tener en cuenta la importancia de los elementos de autonomía (la toma de decisiones), motivación (se rompe con el patrón establecido, educador-educando) y sensación de progreso. De igual modo, no podemos olvidar que unos factores elementales de la gamificación son la sorpresa y la curiosidad.

Por otro lado, en la creación de cualquier tipo de gamificación se extrapolan las técnicas mecánicas y las técnicas dinámicas de los juegos.

Técnicas mecánicas – recompensa por objetivos conseguidos.

  • Acumulación de puntos: se asigna un valor cuantitativo a determinadas acciones y se van acumulando a medida que se realizan.
  • Escalado de niveles: se definen una serie de niveles que el usuario debe ir superando para llegar al siguiente.
  • Obtención de premios: a medida que se consiguen diferentes objetivos se van entregando premios a modo de “colección”.
  • Regalos: bienes que se dan al jugador o jugadores de forma gratuita al conseguir un objetivo.
  • Clasificaciones: clasificar a los usuarios en función de puntos u objetivos logrados destacando los mejores en una lista o ranking.
  • Desafíos: competiciones entre los usuarios, el mejor obtiene los puntos o el premio.
  • Misiones o retos: conseguir resolver o superar un reto u objetivo planteado, ya sea solo o en equipo.

Técnicas dinámicas – motivación de la persona para seguir consiguiendo objetivos.

  • Recompensa: obtener un beneficio merecido.
  • Logro: como superación o satisfacción personal.
  • Estatus: establecerse en un nivel jerárquico social valorado.
  • Competición: por el simple afán de competir e intentar ser mejor que los demás.

De este modo, las técnicas mencionadas ayudan a que las personas sientan que ese juego es satisfactorio para ellas.

En otra instancia, es necesario exponer que, actualmente, vivimos en una sociedad marcada por las nuevas tecnologías y cada vez se introducen con más frecuencia en la vida diaria para mejorar y favorecer el aprendizaje. Por ello, creemos que es un error, en muchas ocasiones, encasillar las nuevas tecnologías como algo adictivo o problemático, sin pensar en todos los beneficios que podemos obtener de ellas.

Extrapolando esta reflexión al tema del que hablamos, podemos fijarnos en los videojuegos y sus beneficios en el desarrollo de la persona.

La industria de los videojuegos es un elemento cotidiano. Por ello, hace relativamente poco que esta industria decidió dedicar parte de sus ideas al mundo educativo, creando un aprendizaje basado en los juegos electrónicos (game-based learning) con tres pilares básicos:

  • Dinamización de la educación: cambio en la forma de enseñar y, por ende, de aprender.
  • Incremento de la motivación: premiando con recompensar que haga mantener el interés por seguir aprendiendo. 
  • Facilitar la parte práctica.

Dentro de este aprendizaje, podemos enmarcar los “seriuos game”, juegos destinados específicamente a la educación; estos tienen por finalidad formar a los educandos en materias concretas. Algunos de los más conocidos son: Dragon Box, Extreme Event, Pacific, Spore, Duolingo o Blood Typing.

Desde nuestro punto de vista, se pueden destacar 6 beneficios de jugar a videojuegos:

  • Mejorar la capacidad de respuesta.
  • Fomentar el trabajo en equipo.
  • Estimular la creatividad, la atención y la memoria visual.
  • Mejorar la estrategia y el liderazgo.
  • Enseñar idiomas.
  • Favorecen el pensamiento crítico.

Por último, nos gustaría añadir un tema muy importante como es el código de seguridad PEGI, que nos informa sobre si un juego es apropiado o no para menores, mediante:

  • Edad mínima recomendada.
  • Contiene violencia.
  • Contenido discriminatorio hacia alguna minoría.
  • Hace referencia al consumo de drogas.
  • Lenguaje soez o inapropiado para niños.
  • Puede producir miedo.
  • Contiene escenas de sexo o hace referencia a actos sexuales.
  • Juegos de azar o apuestas. Fomentan este tipo de juegos o enseñan a jugar.

¿Conocías qué era la gamificación? ¿Utilizas las dinámicas de los juegos en tu práctica profesional? ¿Conocéis más “seriuos game”? Contadnos vuestras experiencias.

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